¿Cómo ganar 10 euros en unos minutos y sin casi esfuerzo?

Esta historia es tan absurda que incluso dudé de si escribirla o no. Va sobre uno de mis mejores amigos.
Teníamos planificado un viaje varios amigos. Nos íbamos unos días a Francia. Creo recordar que era a comienzos de verano, así que todo pintaba muy bien (y la verdad es que estuvo fenomenal). Éramos jóvenes y no teníamos trabajos que nos diesen mucho dinero, así que siempre estábamos justos (unos más que otros). Uno de mis amigos necesitaba comprar varias cosas para irse de viaje: chanclas, un bañador, unos playeros… Le acompañé a un centro comercial que hay cerca y estuvimos mirando varias tiendas. Nos centramos en los playeros, para ir dejando lo otro para más tarde. En concreto, visitamos dos tiendas para mirar los playeros. En la primera tienda vimos los playeros que le gustaban que costaban 79 euros. Fuimos a la segunda tienda que estaba a escasos metros, ya sabéis como es un centro comercial, está todo cerca para que no puedas dejar de gastar. En la segunda tienda había los mismos playeros, pero costaban 10 euros más caros, así que le dije a mi amigo que no pasaba nada, que volveríamos a la otra tienda para cogerlos. Su respuesta fue clara y contundente. “No, por no volver y esas cosas…” El mensaje llevaba inscrito la palabra “pereza” en letras mayúsculas. No era mi dinero y, sinceramente, me tendría que dar igual, pero le dije que no se preocupase, que me diese el dinero y me esperase en el coche. Lo único que pedía a cambio eran esos 10 euros de diferencia.
La pereza hace que nos perdamos cosas constantemente. En este caso solo fueron 10 euros, pero es capaz de conseguir que dejemos pasar las mejores oportunidades de nuestra vida. Si cada día dejamos de hacer algo por pereza, estamos dejando pasar otra oportunidad y, lo más importante de todo, el tiempo, que ese seguro que no vuelve.
En esta historia podríamos hablar no solo de la pereza, sino cómo darle poco valor al dinero y a lo que cuesta conseguirlo, pero me quedaría demasiado largo, así que en otro post hablaré sobre ello.
Ya sabes, si no tienes ganas de hacer algo, hazlo sin ganas, pero no dejes pasar otra oportunidad.
Pd: Nos fuimos a Francia sin las chanclas y sin el bañador. Tuvimos que ir a un centro comercial a comprarlo allí.
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