Todas las personas tenemos metas en nuestra vida de muchos tipos. Seguro que, si te paras a pensar ahora durante unos segundos, se te ocurren muchas de que ya has conseguido o algunas por las que estás trabajando día a día.
Este fin de semana yo tengo un objetivo deportivo por el cual llevo un tiempo trabajando. El resultado final puede llegar o no, pero quizás eso sea lo menos importante de esto, y es que, el hecho de marcarte una meta, un objetivo, hace que tu mente esté centrada y puedas establecer una rutina, como os explicaba en ¿Por qué necesitamos nuestra rutina diaria?
Obviamente esta no es mi única meta en la vida, pero sí la meta deportiva que tenía hasta el momento (tranquilos, ya tengo otros objetivos por los que seguir entrenando día a día).
Marcar esta meta hace unos meses ha hecho posible que durante todo el invierno no tuviese una excusa para dejar de entrenar los días de lluvia, frío, viento… Cuando tú estableces una meta la motivación intrínseca para conseguirla es muy grande.
¿Recuerdas que en alguna historia ya hablamos de la importancia de la motivación intrínseca y por qué es más importante que cuando la motivación viene dada desde fuera? Si no te acuerdas, te dejo el enlace en ¿Cómo conseguir lo que quieras si estás motivado?
El tener una meta no es suficiente para trabajar día a día por conseguirla, pero sí es el primer paso y el más importante. Recuerda que al ponerle fecha a un sueño se convierte en una meta. Una meta dividida en pasos se convierte en un plan. Un plan apoyado en acciones se convierte en realidad.
En este caso, mi sueño es mi objetivo deportivo. La fecha, este sábado 16 de marzo. Los pasos en los que dividí la meta fueron cada uno de los entrenamientos planeados diariamente sobre el papel. Las acciones, cada uno de uno de los días de entrenamiento que he sufrido, disfrutado, hecho con ganas y sin ellas. Constancia y esfuerzo.
Así ha sido con todas las metas que me he marcado, da igual que fuese en la universidad, con las oposiciones o con cualquier otro objetivo que tuve a lo largo de mi vida.
Piensa ahora tú si cada vez que te marcas una meta has seguido estos pasos. Es importante dividir esta meta en partes más pequeñas, más asequible, pues si la meta es complicada podemos abandonar antes casi de intentarlo.
Pero ¿por qué es importante establecer metas y objetivos en nuestra vida?
En primer lugar, establece un punto claro al que dirigirte, un enfoque de lo que quieres, lo que hace que no estés disperso y vagando sin sentido perdiendo tu tiempo (que es lo más valioso que tienes). Además, tener un objetivo claro evita que puedas caer en vicios y adicciones que vayan contra tu bienestar.
Además, establecer metas en tu vida permita que consigas logros. Cada vez que conseguimos esa meta, el chute de adrenalina en nuestro cuerpo es muy grande (que ya hemos comentado otras veces que es una de las hormonas responsables de la felicidad), lo que hace que nos sintamos muy bien con nosotros mismos.
Esto mismo provoca que nuestra autoconfianza y nuestra autoestima también aumenten. CONFÍA EN TI.
Establecer metas da un sentido a tu vida y ayuda a tu salud mental. El establecer metas, es una de las formas que tenemos para poder establecer rutinas, que si has leído la historia anterior sabrás lo importante que son para nuestra vida diaria.
En definitiva, establece metas en tu vida. No todas tienen que ser grandes metas u objetivos muy complicados y a largo plazo, muchas pueden ser pequeñas metas que provoquen placeres diarios, dosis de dopamina que nos alegren nuestro día a día. Pero recuerda, divide los grandes objetivos en pequeños pasos bien planificados para que sean más fáciles de conseguir y, PONLE FECHA.